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POR CADA CONCEPTO, UNA EXTENSIÓN PRÁCTICA

POR CADA CONCEPTO, UNA EXTENSIÓN PRÁCTICA

Reseña de Seminarios I. Agenciamientos y máquinas abstractas ¿Qué hacer con las singularidades? de Félix Guattari, por Eduardo Torres Morán (Universidad Autónoma de Madrid), publicada en Daimon. Revista Internacional de Filosofía

El presente libro es una recopilación de diferentes encuentros —etiqueta elegida por los editores— que tuvieron lugar entre 1980 y 1981. En estos se explora y se aclara la propuesta de Félix Guattari para actualizar el psicoanálisis freudiano y lacaniano. Debemos destacar dos aspectos cruciales de estos Seminarios que lo hacen un libro fundamental para entender la terminología y la visión guattariana del psicoanálisis y de la filosofía: en primer lugar, la perspectiva pedagógica del autor, pues a lo largo de los diferentes encuentros hay constantes aclaraciones del contenido y la terminología empleada; en segundo lugar, la aproximación teórico-práctica que expone constantemente en los diferentes encuentros, pues a la vez que busca armar un corpus teórico también pretende que tenga un campo de aplicación, desde casos terapéuticos concretos hasta el análisis de ciertas escenas de la película El resplandor. En las palabras de Guattari: “Es más bien ver si esto puede funcionar, si se lo puede poner en funcionamiento en las prácticas de cada uno. Este sería, en alguna medida, el objetivo de estos encuentros” (2024, p.13).

Estos encuentros originalmente fueron publicados en la revista Chimères que fue fundada en 1987 por Gilles Deleuze, Jean Claude-Polack, Danille Sivadon y el propio Guattari consagrada al estudio y análisis del esquizonálisis. Los recopiladores y traductores (Pablo Ires y Sebastián Puente[1]) hacen un excelente trabajo, pues acompañan el texto con ciertas aclaraciones de traducción y de referencias a otras obras del autor que enriquecen la lectura. La división de los encuentros responde a una cuestión cronológica a la que vamos a añadir una agrupación temática para así ofrecer un resumen de los temas que se tratan con el fin de recomendar la importancia de estos Seminarios para adentrarse en la obra de Guattari. En este sentido, ofrecemos la siguiente división: en primer lugar, aquellos que tratan cuestiones relacionadas con los agenciamientos; y, en segundo lugar, aquello que se dirigen a tratar las máquinas abstractas y las singularidades.

El primer bloque dirigido a los agenciamientos agrupa los siguientes encuentros: 1º “Presentación del seminario. Esquizonálisis y agenciamientos” (Guattari, 2024, pp.11-51); 2º “Aplicación de la noción de agenciamiento: los cuatro inconscientes”, “Noción general de agenciamiento: cuatro dimensiones y máquinas abstractas” (Guattari, 2024, pp. 51-73); y 3º “La pulsión freudiana y la teoría de los agenciamientos” (Guattari, 2024, pp.73-103).  Este primer bloque trata tanto una teoría general de los agenciamientos como una crítica al psicoanálisis freudiano y lacaniano. Para ello, busca cartografiar la noción de esquizoanálisis para la cual propone una definición provisoria que irá desmenuzando a lo largo de los encuentros: “es el estudio de las incidencias de los agenciamientos maquínicos en una problemática dada” (Guattari, 2024, p.14)[2]. En este sentido, el primer encuentro se centra en desligarse de entender el inconsciente como significante (Lacan) y la práctica del psicoanálisis como algo sistémico que se aplica en una terapia o en el análisis de un fenómeno social. Frente a ello, Guattari propone centrarse en los puntos de referencia de los agenciamientos en un campo social dado, esto es, ver cuáles son las conectividades que se establecen entre la sociedad y un individuo, un grupo, una obra de arte, una película, un objeto, un animal etc.

El segundo encuentro se dedica a describir la conexión de los diferentes tipos de agenciamientos con los inconscientes, para dar paso a una cartografía final de los agenciamientos, en sus palabras: “Intentaré conjugar las cosas: partir de un punto de aplicación de la categorización que propongo sobre los agenciamientos, para luego leer un texto ya escrito que será una pequeña introducción; luego comentar y quizás proponer otros ejemplos” (2024, p.51). Así, desde estas directrices describe los cuatro inconscientes (inconsciente subjetivo, material, territorial o corporal y maquínico) que importan en la medida que se corresponden con un agenciamiento, sin embargo, la conexión entre estos no se da de un modo jerárquica, sino que, más bien, se articulan como dimensiones. Los tipos de agenciamientos pueden ser muchos, sin embargo, Guattari identifica cuatro, a saber, de expresión, de contenido, de territorio y de desterritorialización. El tipo de agenciamiento depende de la conexión o puntos de referencia que establece el agenciamiento y el sistema maquínico, esto es, “cierto tipo de máquina abstracta es portadora de las cuatro dimensiones del agenciamiento, bajo todas sus modalidades, tanto sus modalidades agujero negro como sus modalidades diagramáticas” (Guattari, 2024, p.64). Es decir, que cuando hablamos de agenciamientos debemos hablar de, por un lado, del tipo de conexión que se establece con el campo social dado, y, por otro lado, las modalidades diagramáticas, esto es, de que a todo agenciamiento le acompaña la posibilidad de darse esa conexión de otra manera. La conexión entre el agenciamiento y los inconscientes se da por lo que Guattari denomina como proyecciones que pueden ser del tipo maquínico, representativa y diagramáticas, el tipo de proyecciones dependerá de cómo sea el campo social dado y los agenciamientos. En pocas palabras, para que hablemos de uno u otro agenciamiento debemos tener en consideración, qué conecta, cómo se da y qué otras posibilidades lo componen.

Para retomar un último apunte sobre los agenciamientos Guattari abre el tercer encuentro con la siguiente pregunta: “¿Cómo efectuar una traslación del aporte freudiano (primera y segunda tópicas) a una teoría de los agenciamientos?” (Guattari, 2024, p.74). En este sentido, para Freud, lo que forma el inconsciente es un espacio de representación que parte de las diferentes pulsiones. Sin embargo, para Guattari (2024):

[…] al mismo tiempo, lo que caracterizará a esas formaciones del inconsciente —ahora es preferible sustituir directamente el término y decir agenciamientos— es que los agenciamientos no son pulsiones. Pueden ser pulsiones, pero pueden no serlo. En todo caso, no es un sistema pulsional que caiga en la dicotomía del apuntalamiento de los objetos, de los sistemas de zonas erógenas, de empuje, etc. (p. 76)

Así pues, para Guattari no se trata de un sistema de representación sino de una base de expresión que puede volverse parte del contenido (o del agenciamiento), pero que también puede no volverse parte de este. En este sentido, lo que caracteriza a la formación de la expresión no son una serie de pulsiones, sino más bien el deseo como punto de formación o producción que está en la base de la expresión: “[…] sobre la base de lo que implica como expresado, como territorio y como desterritorialización, produce algo que es el equivalente de lo que Prigogine y Stengers describen como formación lejana al equilibrio” (Guattari, 2024, p.77). En pocas palabras, Guattari quiere poner en funcionamiento un psicoanálisis basado en la interconexión de diferentes planos que no están ligados a un sistema de representación, estos son: un plano de consistencia basado en la expresión (valorización, deseo, semióticas lejanas al equilibrio) y en el contenido (sustancias heterogéneas, singularidades); un plano de persistencia, es decir, un campo social dado (yo, persona, grupo, sociedad); y un plano de transistancia (o maquínico), esto es, el campo de los posibles. Así, la noción general de los agenciamientos debe entenderse desde el plano de consistencia, pero en interconexión con los otros planos, es decir, con un campo social dado (por ejemplo, la sociedad capitalista) y con el campo de los posibles (otros modos de sociedad más allá del capitalismo).

El segundo bloque es el más extenso de todos, pues pone en juego a las máquinas abstractas y a las singularidades. Este se compone de los siguientes encuentros: 4º “Gestionar acontecimientos raros: universo de los problemas y universo de las máquinas abstractas” (Guattari, 2024, pp. 103-139), 5º “Dimensión maquínica y el acto de singularidad” (Guattari, 2024, pp.139-171) y el 6º y último encuentro “Singularidad de las máquinas abstractas. Vínculos entre persistencia y transistancia” (Guattari, 2024, pp.171-189). El punto que aúna los diferentes encuentros es la puesta en práctica de los conceptos que ha ido presentando Guattari en el primer bloque. Para ello, expondrá analíticamente los tipos de problemas según el tipo de agenciamiento que le llevarán a hablar sobre las máquinas abstractas como esos puntos a los que dirigirse para solventarlos.

El 4º encuentro busca identificar cómo diferentes problemáticas se dan según el tipo de agenciamiento. En sus palabras: “Los problemas habitan en los agenciamientos, bajo todo tipo de estatus: problemáticas reales, problemáticas imaginarias, problemáticas potenciales, problemáticas actuales; pero en todos los casos, solo hay problema ligado a un agenciamiento, a un agenciamiento de valorización” (Guattari, 2024, p.106). En este sentido, cuando Guattari habla de problemas se refiere a las dificultades que un sujeto terapéutico (y social) pueda tener a la hora de agenciar cierto tipo de subjetividad o cierto objeto. Así pues, el psicoanalista (o esquizo-analista) no debe dirigirse a la represión primaria o a la pulsión manifiesta, sino al agenciamiento, pues según sea de un tipo u otro hablaremos de diferentes problemáticas (concreciones problemáticas, complexiones problemáticas o los agenciamientos problemáticos lejanos a equilibrios redundantes). Ahora bien, para interferir en esa problemática hay que dirigirse a las máquinas abstractas, pues estas son las que recubren el campo de los problemas. Pues: “Existe un campo universal de las máquinas abstractas que cubre el conjunto de todas las problemáticas. Es una garantía de consistencia, fuera de todas las coordenadas y fuera de todos los territorios. Es la extensividad de la desterritorialización que nos permite generar posibles difusos” (Guattari, 2024, p.113). Esto es, que para poder intervenir y, por tanto, explorar las problemáticas, debemos dirigirnos a las máquinas abstractas no sólo porque posibilitan este campo, sino porque encierran, también, otra posibilidad de resolver esos problemas. Es decir, volvemos al campo de los posibles, si hay un conjunto de problemas y operamos desde las máquinas abstractas que escapan a toda determinación posible hay, a su vez, toda otra posibilidad de operar esas problemáticas. Y es en este punto donde hablamos de singularidades, pues están donde los problemas son transportados (por las máquinas abstractas) a otros puntos posibles del campo, es decir, si hay problemas hay singularidades, porque estas son las que posibilitan la conexión de los diferentes tipos problemáticos.

Una vez a expuesto el universo de los problemas y las máquinas abstractas Guattari expone en el 5º encuentro el inconsciente maquínico del que solo había dado unas pinceladas. Vuelve a este en la medida en que le interesa enfatizar cómo el acto y la singularidad ponen en juego el plano de la transistancia, esto es, el campo de los posibles. En primer lugar, el acto debe entenderse como aquello que pone en juego las diferentes dimensiones del inconsciente y, por tanto, no puede aislarse como un hecho concreto. Es en este sentido que Guattari habla de la subjetividad[3], pues no se trata de algo ya dado o de un sujeto fundante, en el sentido fenomenológico, sino más bien de que la subjetividad es producida, en sus palabras:

No está ya dada. No hay ningún sujeto de antemano, ni una necesidad en sí de producción de subjetividad en el nivel del individuo o en el nivel, por ejemplo, de una concatenación de cadenas significantes, sino diferentes niveles de producción de subjetividad. En particular, el capitalismo mundial de hoy es un productor de subjetividad e incluso, podemos pensarlo así, esa es su principal producción. (Guattari, 2024, p. 141)

Desde esta descripción de la subjetividad Guattari quiere clarificar que cuando hablamos de “acto” no lo hacemos en el sentido de creación desde nada, sino que depende de una pluralidad de interconexiones y de diferentes grados de consistencia que dan existencia al acto. Es pues que debemos hablar de diferentes graduaciones del acto. Porque el acto es lo que pasa entre las dimensiones de la consistencia. Estas dimensiones de la consistencia son dos: en primer lugar, “la persistencia problemática del acto” (Guattari, 2024, p.142), esto es, todo lo que conecta la determinación del acto con estratificaciones, las cuales pueden ser desde territorios, estructuras, sistemas, sociedades, etc. En segundo lugar, “la transistancia maquínica del acto” (Guattari, 2024, p.144) aquella que tiene que ver con la dimensión diagramática del acto, es decir, aquello que escapa a la representación y que se encuentra en el mundo de los posibles o de las posibilidades. Desde esta doble dimensión debemos entender que el acto pone en juego tanto la dimensión de la representación como la dimensión de la posibilidad, así pues: “el acto sería entonces, el proceso de puesta en acto, de activación de los maquinismos abstractos” (Guattari, 2024, p.147).

En segundo lugar, para abordar la singularidad no vamos hacerlo desde un orden sistémico (freudiano o lacaniano) o partiendo de generalidades (inductivamente), sino que hay que mantener un enfoque plural sin tratar de reducirlas a una semiótica particular, esto es, entender la singularidad tal y como es, sea esta asemántica, asignificante, asintáctica o incomprensible. Y, para ello, Guattari distingue dos categorías: en primer lugar, la “singularidad contingente o problemática”, esta trabaja en el campo de la representación y se deja entender bajo el binomio forma/sustancia. En segundo lugar, la “singularidad maquínica”, que no se ubica en ningún espacio y lugar, pues pertenece al campo de los posibles, lo que quiere decir que estas singularidades tienen la peculiaridad de trabajar antes de que haya acto, e incluso aunque no lo haya. Para Guattari, lo importante son este segundo tipo de singularidades, pues son las que ponen en juego toda una lógica diagramática en conexión con las máquinas abstractas. Esta conexión es la que nos permite entender por qué, para que se dé un acto de expresión, intervienen ciertas singularidades y no otras. Así, cierto tipo de preguntas (las del psicoanalista o, por decirlo de una vez, del esquizo-analista) solo se pueden hacer desde la intervención diagramática, esto es, desde el campo de los posibles.

El 6º y último encuentro busca aclarar cómo el esquizoanálisis se dirige al vínculo entre el plano de la representación (persistencia) y el plano de la diagramatización (transistancia). En este sentido, Guattari habla de un “esquizoanálisis transformacional” encargado “de las líneas de fuga, las idealidades maquínicas, los actos de pasaje, los diagramas, las físicas de las transformaciones de los incorporales, materias opcionales no-energéticas, no-informacionales, no sistémicas. Entonces, en un nivel donde ni el topos, ni el logos, ni la energía son las referencias” (Guattari, 2024, p.177). Así pues, para que el esquizoanálisis pueda encargarse de estudiar ciertas máquinas tiene sentido plantear el problema de las singularidades y de las máquinas abstractas para entender por qué hay ciertas conexiones que hacen que ciertas máquinas se constituyan de una manera y no de otra. Por ejemplo, no tiene sentido hablar del origen de la máquina capitalista, pero, para Guattari, sí tiene sentido hablar de la máquina abstracta del capitalismo, pues sería aquella máquina encargada de recoger ciertos impulsos (sean, modos de subjetivación, territorios, segmentaridades…) de otras sociedades anteriores que hoy en día han contribuido a formar la actual máquina capitalista. Así pues, dirigirse a la máquina abstracta capitalista abre la posibilidad de dirigirse a otra configuración del contexto capitalista, pues estaríamos trabajando en el campo de los posibles.

El libro de Guattari Seminarios I es un estudio que debe ser leído si se quiere profundizar en la terminología y el pensamiento del autor francés: en cada uno de los encuentros, que aquí hemos tematizado en dos bloques, explica detalladamente en qué sentido usa ciertos términos y contra qué sistemas de pensamientos cartografía la posibilidad de un esquizoanálisis capaz de operar en el campo de los posibles. Este sentido es en el que este texto de Guattari resulta una aportación fundamental para acercarse por primera vez a sus obras particulares y colaborativas que por primera vez se ofrece al público de habla hispana. Además, el libro clarifica especialmente dos puntos de suma importancia que recubren a la obra y que deben tenerse presentes a la hora de su lectura. En primer lugar, la abundancia de ejemplos puestos tanto por el propio Guattari como por los asistentes que ayudan a la comprensión de los debates y cuestiones que se disputan. Y, en segundo lugar, la visión teórico-práctica que el propio Guattari tiene del corpus que expone a lo largo de los encuentros, pues no se trata simplemente de establecer una serie de conceptos y luego ver si tienen una posible aplicación. Por el contrario, a la vez que se propone un concepto se trata de ver su extensión práctica, pues como dice Guattari: “De lo contrario, ¡no me dan ganas de hacer una elaboración teórica por puro placer!” (2024, p.12). 

Eduardo Torres Morán
Universidad Autónoma de Madrid

Publicado con la autorización del autor, disponible en https://revistas.um.es/daimon/avance

[1] Ambos son editores y traductores de diferentes obras de la editorial Cactus, especializados en pensamiento francés contemporáneo, entre las que destacan: de Pablo Ires, La individuación a la luz de las nociones de forma y de información de Gilbert Simondon o Líneas de Fuga, por otro mundo de posibles de Félix Guattari. Y de Sebastián Puente, como autor Producción Bornoroni y como traductor Muertos a la obra de Vinciane Despret.

[2] Otras obras de Guattari en la que podemos encontrar otras aproximaciones son en colaboración con Deleuze El Anti-Edipo y en solitario El inconsciente maquínico: ensayos sobre esquizoanálisis (sólo disponible en francés e inglés)

[3] Que en Caosmosis tratará bajo el rotulo de “producción de subjetividad”.

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